El gran día
amaneció despejado, soleado, espléndido, si bien había que
abrigarse, ya que el aire no dejaba de soplar. Los campos de juego
estaban muy expuestos a la fría brisa otoñal del Mar de Japón
debido a su espectacular ubicación en una colina sobre el océano.
La víspera por la
mañana, los cuatro habíamos entrenado en el campo del hotel que nos
alojaba. Fue una especie de primer ensayo distendido y divertido.
Meter la bolita en la base del banderín no era tan fácil como
parecía. Se necesitaba una buena dosis de concentración, cierta
técnica y gran habilidad para dar el golpe preciso.
Después de comer, y en un hotel próximo al nuestro tuvo lugar la
presentación del Abierto Internacional Amistoso de Ground Golf de
Yurihama 2015 (lugar de nacimiento de este nuevo deporte japonés
creado en 1982). Los equipos participantes fuimos acogidos
calurosamente por el alcalde de Yurihama, Sr. Masamichi Miyawaki, y
las diferentes autoridades locales. Un miembro de cada equipo se
encargaría de recitar sus proclamas a favor de la deportividad y
amistad entre los pueblos al público presente.
Cuando llegamos al
lugar de juego, compuesto por tres excepcionales y cuidadísimos
campos de hierba natural de 8 hoyos caya uno con sus metrajes
correspondientes perfectamente indicados, muchos de los contrincantes
estaban dando sus primeros golpes en una primera toma de contacto con
el terreno. Nosotros, tan alucinados como estábamos, no dejábamos
de tomar fotos para el recuerdo.
Tras inscribirnos a
la competición, enseguida nos dimos cuenta de la perfecta
organización del torneo, ya que entre otras cosas, tuvieron el
detalle de prestarnos un stick y regalarnos una bola a cada uno de
nosotros para poder jugar. Así mismo, nos entregaron una
acreditación nominal donde se indicaban los horarios, campos y
recorridos a realizar en cada momento. Todo estaba meticulosamente
planificado hasta el más mínimo detalle. Se notaba en el ambiente
que era un día diferente, festivo. La algarabía se iba adueñando
del lugar, la cafetería y el puesto de venta de artículos Asics
funcionaban a pleno rendimiento. Los organizadores y voluntarios,
siempre con una sonrisa en la boca, se encargaban de los últimos
detalles. El equipo chino se dejaba notar: eran mayoría y utilizaban
más decibelios de lo normal a la hora de hablar.
La ceremonia de
apertura fue sencilla, pero espectacular. Las cámaras de fotos no
daban abasto. Hubo mascota, desfile de todos los países
participantes, música y bailes
folclóricos y las
autoridades locales pronunciaron su discurso de bienvenida. Tras la
ceremonia, cada grupo (de 7 u 8 participantes) en ordenada formación
y encabezado por un árbitro, se encaminó a su terreno de juego para
poder comenzar el torneo.
Empezamos a jugar en
los 8 hoyos de los tres campos simultáneamente. El grupo que
terminaba un hoyo pasaba al siguiente una vez que el grupo anterior
hubiese acabado, y así sucesivamente. A nosotros nos pusieron en dos
grupos diferentes, dos y dos. Supongo que sería por eso del idioma.
Para por lo menos hablar en tu propio idioma con alguien de tu país.
Sin embargo, pronto nos dimos cuenta que es muy fácil divertirse con
el “adversario” a base de gestos de complicidad. Las risas y
gritos de admiración afloraban a cada momento. Las primeras cuando
un tiro salía muy desviado y las segundas cuando la bola quedaba
cerca de la base del banderín correspondiente.
Tras completar el
primer campo, hicimos un descanso para comer. También aquí estaba
todo perfectamente estructurado, teniendo la oportunidad de saborear
diferentes platos locales bien apetitosos. Después vinieron los
campos 2 y 3 y la entrega de trofeos a los ganadores, donde Taiwán
se llevó la palma copando la mayoría de los primeros puestos en las
diferentes categorías y logrando varios hole-in- one (es decir,
meter la bola en la base del banderín de un solo golpe). Para
nosotros, participar ya fue una gran victoria, una experiencia única
e inolvidable que nos dejó marcados y que ojalá podamos repetir
algún día.
Se puso el colofón
a la fiesta con unas palabras de agradecimiento en diferentes idiomas
por parte del gobernador de la prefectura de Tottori (provincia a la
que pertenece Yurihama), Sr. Shiji Hirai, máxima autoridad de la
región, que se acercó al lugar para compartir unos inolvidables
momentos con todos nosotros. Además, hubo sorteo de material
deportivo entre todos los participantes. Al marchar, nos llamó la
atención que todos los organizadores y voluntarios del evento nos
despedían entre aplausos y gritos de alborozo.
Sin haber estado
antes en Japón, habíamos oído hablar de la organización,
eficiencia y hospitalidad del pueblo nipón. Esta vez pudimos
corroborarlo in situ, en el Abierto Internacional Amistoso de Ground
Golf de Yurihama 2015. Verdaderamente, nos sentimos como en casa.
Agustín Molina
Participante en el Abierto Internacional de Ground Golf de Yurihama
2015